26 de noviembre de 2006

Hannover

Anteayer día 25 fuimos a Hannover. Compramos Länder-Tickets, que por 26 euros permiten usar a 5 personas todos los trenes regionales lentos (vamos, que el ICE sigue siendo caro) durante un día.

Tras tres horas de viaje en tren, cambiando en Uenzel, llegamos a Hannover. Saliendo de la Hauptbahnhof (la estación central) se puede seguir una línea roja para turistas que recorre la ciudad pasando por 36 (si mal no recuerdo) monumentos y sitios históricos. Pero como íbamos con guía (gracias, Rocío), pudimos pasar un poco de la línea e ir directos a los sitios que parecían más interesantes.

Tras estar en una iglesia fuimos al nuevo ayuntamiento (Neue Rathaus).


Allí se puede entrar y subir a un mirador desde el que se ve la ciudad. Por ser sábado estaba prohibido el acceso, así que nos quedamos en la planta baja. Allí hay expuestas cuatro maquetas de Hannover.

En primer lugar, siglo XVII (año 1.689 si mal no recuerdo):



Luego tenemos la de 1.939, antes del bombardeo que acabó con dos tercios de la ciudad:


En... ¿1943?, la ciudad tras el bombardeo:



Quizás no se note mucho en la foto, pero no queda ni un tejado en condiciones. Por último la maqueta de Hannover en la actualidad:


Y luego estuvimos en los Herrenhäuser Gärten, creados por encargo de Sophia de Hannover para parecerse a los jardines de Versalles. Por desgracia, estamos ya casi en invierno así que no había flores y la mayoría de las plantas estaban "peladas":




La solución: aprovechar que me quedo hasta junio para volver en fechas más primaverales. Si no vuelvo antes, claro.

Curiosidad: a la vuelta, en el tren, se subieron unas cuantas alemanas bastante borrachas, y empezaron a hablar con unos turcos. Una de ellas se casaba al día siguiente y llevaba etiquetas pegadas con precios en euros, así como una bandeja con chorradas para vender (botellitas de colonia, velas, etc.). La idea era que podías comprar cada etiqueta y se quitaba una prenda, hasta quedarse desnuda.

Para no dejaros con la duda, nadie en el tren quiso gastarse el dinero en el strip-tease, aunque la cosa tuvo su gracia. Excepto para los que no pudieron dormir con el follón que montaron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso de las alemanas en pelotas lo he visto antes en las películas de Pajares y Esteso... jejeje