14 de octubre de 2006

Elmshorn

Elmshorn es la ciudad donde se encuentra la Nordakademie. Está a unos 30 kilómetros al norte de Hamburgo, y tiene menos de 50.000 habitantes.

Viniendo de Almería, lo que más me llama la atención es la cantidad de vegetación. Hay árboles y hierba por todas partes, con un río y un lago:



En esta ciudad no hay metro, así que la mayoría de sus habitantes se mueven en coche, autobús, andando o en bici. De hecho llama la atención lo bien acondicionada que está para ir en bicicleta:

La parte de la acera pegada a la carretera es un carril-bici, y hay uno en cada acera. Un peatón puede ser multado si invade ese carril, y si vas en bici debes circular siempre por el carril-bici de la acera a tu derecha, o dar preferencia a los que usan el carril correcto si no has podido cruzar la calle. Si la acera no tiene carril-bici, o lo has invadido sin darte cuenta, tienes que estar atento a los timbres de las bicicletas, ya que los usan para avisar de que te apartes (no lo piden en voz alta).

En Elmshorn (y por lo visto en Hamburgo) ir en bicicleta es bastante común. Puedes encontrarte con un padre cuya bici lleva enganchado un remolque para llevar al hijo, una abuela llevando la compra en el cestillo o un ejecutivo en traje usando la bicicleta para llegar a la oficina.
De hecho me estoy planteando comprar una bicicleta usada, porque hay lugares que tienen que ser una gozada recorrer en bicicleta:



El pueblo es bastante tranquilo. La mayor parte de los comercios se encuentran cerca de la estación de tren, que tiene un aparcamiento de bicicletas en el que caben cientos y suele estar lleno durante el día. Tiendas como el Lidl, Aldi o Famila están a unos 10 minutos de mi residencia, yendo en dirección al hospital (Krankenhaus).

Los pubs son pocos y no parecen muy interesantes. Nos han dicho que si nos esperábamos una Erasmus de marcha en Elmshorn, nos hemos equivocado de lugar. Menos mal que a mí me interesa más bien aprender alemán.

En ese sentido soy un poco raro, porque me gusta el clima frío de aquí (bueno, ya veremos cuando empiece a llover y nevar), la tranquilidad de la zona y estas calles donde puedes caminar a tus anchas. No me importa la marcha, pero más de uno se habrá echado las manos a la cabeza al ver que esto no es Berlín precisamente. Por suerte esto está bien comunicado, y se puede llegar en tren a Hamburgo en 30 minutos. De hecho esta tarde tenemos una fiesta de bienvenida a estudiantes extranjeros donde iremos a... ¿Kiev? No recuerdo el nombre, pero me han dicho que es como llaman a la zona de marcha de Hamburgo.

Hay más cosas que contar, como los problemas del viaje (extravío de maletas), la visita a Hamburgo de ayer, etc. De momento tengo que comer, así que iré escribiendo el resto con calma.

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